‘Para ser una promotora, tienes que venir de la comunidad, ese es el verdadero poder del modelo’
June 23, 2020 Category: Featured, Long, PurposeDisclosures
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La semana que Alma Romero de Tlacopilco se mudó de Puebla, México al sur de Filadelfia, se enfermó.
Fue a fines de la década de 1990, antes de que hubiera una atención médica culturalmente competente disponible para los inmigrantes mexicanos en el vecindario, y Tlacopilco buscó el consejo de los inmigrantes que ella y su esposo conocían.
“A todos les preguntaba yo, ¿qué hago?”, dijo. “No, dicen, aquí se aguanta uno como los machos. Si te enfermas, te tienes que componer sola, porque aquí no hay doctor”.
Desde 2010, Tlacopilco ha trabajado como promotora para Puentes de Salud, un puesto en el que le ofrece a las personas inmigrantes las respuestas a preguntas de salud que no pueden obtener a través de los canales médicos tradicionales.
Puentes de Salud ha estado conectando la comunidad latina de Filadelfia con recursos de atención médica desde 2004. Junto con cinco promotoras de salud, la organización ofrece servicios médicos, programas de bienestar como yoga y arte, asesoramiento y talleres educativos.
La organización surgió porque los fundadores, el Dr. Steven Larson y el Dr. Matthew O’Brien, reconocieron que la creciente población latina de Philly tenía pocos recursos para mejorar su salud.
“La atención médica no es solo el acceso a un médico o leer una prescripción”, dijo Larson, el director ejecutivo de Puentes de Salud. “Tiene que ver con la socioeconomía, la pobreza, la falta de educación, la falta de oportunidades, todo un menú de factores estresantes”.
“Había un subtexto que estos pacientes no eran bienvenidos í”, agregó O’Brien.
O’Brien, profesor asociado de medicina y medicina preventiva en la Universidad de Northwestern que estudia el modelo de la promotora, veía a las promotoras como una forma de llegarle información confiable y accesible sobre la salud a la comunidad.
“Desarrollamos un grupo de promotoras muy temprano”, dijo. “Fueron, y siguen siendo, una fuerza motriz en el diseño de Puentes de Salud”.
Tlacopilco fue una de las promotoras fundadoras de Puentes de Salud, y ayudó a decidir el nombre.
“Para mí, un puente es algo que une fronteras”, dijo. “Así que esa fue la idea de un puente”.
Tlacopilco señaló que casi todos los miembros del personal de la clínica en Puentes hablan español, algo que es muy importante cuando los pacientes vienen del vecindario al que llaman ‘Puebladelfia’ por la gran cantidad de residentes oriundos del estado de Puebla en México.
Tlacopilco le dijo a Generocity que cuatro de las cinco promotoras que trabajan actualmente en Puentes son mexicanas, la quinta promotora es peruana. Todas ellas son mujeres; la más joven tiene 35 años, dijo, pero la mayoría tiene más de 40 años, como ella. Ella y otra promotora mexicana, Irma Zamora, han sido promotoras desde el principio del programa en Puentes. Inicialmente, su trabajo era, como el de la mayoría del personal médico de Puentes, no remunerado y voluntario por el bien de la comunidad; durante los últimos años le han pagado por su trabajo.
Larson dijo que las promotoras son parte integral de Puentes de Salud porque pueden generar confianza con los miembros de la comunidad de una manera que los profesionales médicos tradicionales no pueden. Esta confianza les permite convertirse en líderes comunitarios que pueden enfatizar la salud en todo aspecto de la sociedad.
“Para ser una promotora tienes que venir de la comunidad”, dijo. “Ese es el verdadero poder del modelo. Porque de lo contrario, [hablarle a gente sobre cómo ser saludable] es sermoneo, o puede percibirse como una lección a regañadientes”.
Puentes de Salud sirve a una comunidad que a menudo incluye personas indocumentadas y familias de bajos ingresos, lo que crea obstáculos para la atención médica constante. Las personas indocumentadas no tienen acceso al seguro médico y a veces son rechazadas por otras clínicas.
“Nuestra comunidad no quiere estar enferma. No pueden permitirse el lujo de estar enfermos ”, dijo Larson. “Están motivados para estar realmente saludables. Entonces eso ya es una ventaja para que la promotora pueda marcar la diferencia. Ahora podemos ofrecerles [a los miembros de la comunidad] la información que les permite tomar el control de sus vidas”.
Tlacopilco vive en el sur de Filadelfia y, junto con su trabajo como promotora, prepara almuerzos cinco días a la semana, que luego ayuda a distribuir en Mighty Writers El Futuro, desde el mediodía hasta la 1 de la tarde, y además trabaja en la pescadería de su familia en la calle 9. También está trabajando para la apertura en julio — si la pandemia lo permite — del restaurante de familia, Alma del Mar. El restaurante fue parte de un episodio reciente del programa Queer Eye de Netflix.
En un día normal de trabajo, Tlacopilco está disponible para responder preguntas en la clínica de Puentes de Salud en South Street y 17th. También organiza una caminata de diabetes dos veces al año, después de la cual reparte folletos que enfatizan la importancia de un estilo de vida activo. Después de que COVID-19 cerró temporalmente la planta física de Puentes, comenzó a atender llamadas directamente, asegurándose de estar disponible las 24 horas, incluso si estaba trabajando en la pescadería.
Las promotoras en Puentes de Salud están capacitadas en diferentes áreas de la salud que impactan desproporcionadamente a los inmigrantes latinoamericanos, como la diabetes y el asma. Tlacopilco recibió capacitación en salud sexual, un tema del que ella y su familia nunca hablaron antes de comenzar a trabajar como promotora.
Aunque las promotoras no son médicos o profesionales con licencia, pueden conectarse y hacer un seguimiento con sus clientes para ayudarlos a mantener un estilo de vida saludable.
“Como médico, tratamos de decirle a la gente qué hacer con su salud y ayudarlos”, dijo Larson. “Nos dimos cuenta que esa manera de hacer las cosas realmente no supone una gran diferencia, y tuvimos que idear una nueva estrategia”.
Cuando comenzó la pandemia de coronavirus, Tlacopilco dijo que tuvo que aprender sobre el virus rápidamente para transmitir información precisa a su comunidad. Aunque Puentes de Salud no pudo proporcionar una capacitación completa, dijo que se sentía preparada para aprender sobre COVID-19 por su cuenta gracias a las otras capacitaciones que recibió en Puentes en su trabajo de promotora.
“Hemos aprendido cómo aprender sobre estas cosas, incluso si no hemos recibido las instrucciones [sobre COVID-19 específicamente]”, dijo.
Tlacopilco recordó un momento la semana pasada cuando recibió una llamada de un hombre que le dijo que tenía un terrible dolor de cabeza. Ella hizo preguntas sobre cualquier otro síntoma para determinar si tenía coronavirus, y después de hablar con él y escuchar que nunca antes había tenido un dolor de cabeza de tanta intensidad, hizo que su hija llamara a un Uber para llevarlo al hospital. Más tarde descubrió que el señor había sufrido un derrame cerebral y que su capacidad de reacción como promotora puede haberle salvado la vida.
“Puede ser estresante [ser una promotora]”, dijo. “Pero esto es algo que realmente quiero hacer por mi comunidad”.