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Estos promotores luchan por la justicia para sus comunidades, incluso durante la pandemia

July 10, 2020 Category: FeaturedLongPurpose

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Nota del editor: puede volver a publicar este artículo en línea y en forma impresa bajo una licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas, siempre que no edite la pieza, se asegure de atribuir al autor, mencione que el artículo se publicó originalmente en Generocity, e incluya un enlace a la publicación original.

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Actualizado para corregir el proceso de adopción del modelo de promotora por parte de NSM. (16/07/20 a las 7:30 a.m.)

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El 21 de mayo, el Nuevo Movimiento Santuario de Filadelfia (NSM por sus siglas en inglés)  celebró una reunión de Zoom en vivo en su página de Facebook con más de 100 miembros de las comunidades indonesia, afrocaribeña y latina.

La organización sin fines de lucro organizó la reunión para que miembros de estas comunidades hablaran directa y abiertamente con la concejal Helen Gym sobre cómo COVID-19 está impactando a los inmigrantes. Bertha Murcia, una de las siete promotoras de NSM, cree que Gym esperaba una reunión con cinco o seis personas.

“Ver a la comunidad participar así en lleno tuvo un gran impacto”, dijo Murcia. “Ella se tomó el tiempo para prestar atención a los participantes, escuchar las preocupaciones de la comunidad y ver la necesidad que existe”.

(Gráfico del blog NSM)

Mientras que en los Estados Unidos el modelo de promotora se usa con mayor frecuencia para activar iniciativas de salud comunitaria, en América Latina, donde se originó el modelo, las promotoras también se capacitan como fuentes prácticas de información sobre inquietudes legales y sociales dentro de sus comunidades.

NSM comenzó a centrarse en el desarrollo del liderazgo en 2010. Hace tres años, Peter Pedemonti y Blanca Pacheco, los codirectores de la organización, estaban evaluando su programa de “escuela de liderazgo”, así como las lecciones de la contratación de miembros para el personal, y se les ocurrió el modelo de promotoras.

Los primeros de los que se convertirían en promotores (escrito con una “e” para indicar inclusión de género) pasaron por un mes de capacitación de organizadores. Pero Pedemonti y Pacheco se dieron cuenta posteriormente que estos trabajadores comunitarios necesitaban una capacitación más rigurosa y más frecuente, y que debían ser compensados ​​por su trabajo.

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En NSM, los promotores se centran en las preocupaciones que han incluido el acompañamiento de miembros de la comunidad en comparecencias ante tribunales  y el establecimiento de un fondo de fianza comunitaria para inmigrantes. Pedemonti ve la educación vivencial como la fuerza del modelo de promotora. Por ejemplo, las abuelas y madres nacidas y criadas fuera de los Estados Unidos aportan diferentes perspectivas y experiencias al trabajo, y el modelo honra su sabiduría y habilidades colectivas.

Pero, ¿se puede adaptar la interacción práctica de vecino a vecino que es tan integral al modelo para lidiar efectivamente con los problemas que la pandemia de COVID-19 está creando o exacerbando?

Pedemonti le dijo a Generocity que COVID-19 ha dejado a muchos de los miembros de su comunidad en una situación grave, ya que los inmigrantes no tienen acceso a las medidas de estímulo del gobierno. Ha visto familias que enfrentan hambre, intimidación por parte de los propietarios de sus residencias, y mensajes constantes del gobierno suponiendo que su supervivencia no es importante.

La organización se unió a una coalición de otros 40 grupos que lanzaron un fondo de ayuda para inmigrantes impactados por COVID-19. “El fondo recauda dinero para proporcionar apoyo financiero a las familias inmigrantes que han sido excluidas de las medidas de estímulo”, dijo Pedemonti.

Con eso, y los fondos que NSM ha recaudado individualmente, la organización ha podido enviar cheques a 150 familias. Y agregó: “Hay 100 familias más de comunidades latinas, indonesias y afrocaribeñas en nuestra lista de espera para recibir ayuda urgente”.

Cómo girar durante una pandemia

Según Pedemonti, NSM ha continuado su trabajo y sus campañas principales, pero ha tenido que girar en su entrega de soluciones COVID.

Para comenzar, NSM contrató a cinco de los miembros de su comunidad que perdieron sus trabajos a tiempo completo debido a COVID-19.

Los promotores comenzaron a utilizar la banca telefónica y las reuniones semanales de Zoom para permanecer en contacto cercano con los miembros de la comunidad durante este tiempo de crisis. Desde el inicio de la pandemia, han realizado más de 300 llamadas telefónicas y realizan seguimientos según sea necesario.

Una reunión virtual de NSM.

Los promotores les explican a los miembros cómo acceder a recursos locales como despensas de emergencia, por ejemplo. Pero cuando se dieron cuenta que los alimentos disponibles en las despensas no eran culturalmente apropiadas para miembros de la comunidad indonesia y afrocaribeña, ayudaron a resolver el problema y le plantearon esa preocupación a los representantes de la ciudad de Filadelfia.

Los promotores también realizan reuniones virtuales de la comunidad, vigilias virtuales y presentaciones de los derechos de inquilinos a través de Zoom, donde pueden escuchar las preocupaciones críticas de los miembros de la comunidad y tomar medidas al respecto. Por ejemplo, en una de sus reuniones virtuales se enteraron de que un arrendador había estado acosando a uno de los miembros de la comunidad para conseguir un alquiler atrasado. Los promotores llamaron al propietario después de la reunión y pudieron negociar un acuerdo amistoso.

Se realizan reuniones virtuales dos veces por semana, una para los miembros de la comunidad latina y la otra para los miembros de las comunidades indonesia y afrocaribeña. En promedio, alrededor de 40 a 50 miembros de la comunidad latina y 15 miembros de las comunidades indonesia y afrocaribeña asisten a las reuniones semanales.

Los promotores giran con el girar

Murcia es una de cinco promotores latinos de NSM, y ha sido promotora los pasados dos años.

Bertha Murcia.

“Mi padre siempre ha trabajado con las comunidades más necesitadas de mi país [Honduras], por lo que podría decirse que [siempre] tuve una idea de cómo involucrarme con la comunidad y cómo organizarme”, Murcia le dijo a Generocity .

Estar informada es crucial para la comunidad de inmigrantes latinos en Filadelfia, dijo. “Es por eso que realizamos talleres y [hacemos] llamadas”.

“Normalmente las promotoras trabajan para acompañar a las personas que van a la corte. Siempre trabajamos con congregaciones ”, dijo. “Después de COVID-19, nuestra tarea era llamar a todos los miembros de [esas] congregaciones y preguntarles cómo podríamos apoyarlos. La mayoría de personas alquila su apartamento, por lo cual la gente estaba realmente preocupada por pagar su alquiler, pagar sus facturas, obtener suficiente comida y atención médica”.

Antes de la pandemia, los promotores se reunían con personas en un lugar específico. Ahora lo hacen todo por teléfono. Murcia hace aproximadamente 15 horas de llamadas telefónicas a la semana. Son muchas llamadas, dijo, pero menos de lo que le gustaría hacer. Sus horas están limitadas por el hecho de que sus tres hijos no están en la escuela y tienen clases en línea, y eso le quita tiempo a sus esfuerzos.

Todos los miércoles forma parte de una tremenda llamada de Zoom, dijo Murcia, y  todos los miembros reciben el enlace por teléfono. “Nos reunimos en Zoom y les decimos dónde pueden obtener alimentos, cómo pueden obtener apoyo, cómo pueden hacerse la prueba del coronavirus”.

Murcia nunca había usado Zoom antes de la pandemia. “Fue un gran desafío para mí y para muchos de nosotros aprender a usarlo”. Los promotores tuvieron que instruir a los miembros de la comunidad sobre cómo participar en las reuniones y explicar la tecnología.

“Les enviamos mensajes de texto: ‘así es como se activa el micrófono, así se enciende la cámara’. Fue difícil pero tuvimos paciencia y andamos poco a poco ”.

“Después de cuatro meses creo que nos hemos convertido en expertos en Zoom”.

Murcia explicó que al principio unas 17 personas se presentaban para las llamadas de Zoom, pero el número iba creciendo semana a semana. Para cuando se reunieron con Gym, los promotores descubrieron que su cuenta de Zoom sólo permitía 100 participantes porque el número de personas que querían participar había excedido el límite.

“Pasar de cero a ese nivel de participación ha sido realmente positivo”, dijo Murcia.

A veces, los promotores están al teléfono y descubren que la persona con la que están hablando se encuentra en circunstancias extremadamente precarias. “Es realmente difícil para nosotros como inmigrantes ver a otros inmigrantes que sufren de esta manera”, dijo. “NSM no tiene su propia forma de tener un gran fondo. Confiamos en donaciones y solicitamos subvenciones. Con todos los seguidores que tenemos, hemos podido ayudar a muchos de ellos”.

“Es importante que las personas en Filadelfia se den cuenta de que la comunidad latina tiene una gran necesidad”, dijo. “[Y entender] que la comunidad latina ha trabajado arduamente para hacer de Pensilvania un estado económicamente fuerte, ya sea que hayamos trabajado formal o informalmente”.

La carencia de fondos disponibles también afecta a los promotores.

“NSM nos paga por algunas de las horas que trabajamos”, dijo. Pero dadas las horas que tiene que dedicar para servir a la comunidad, nos aclaró que, “a veces estamos trabajando con compensación; a veces lo estamos haciendo voluntariamente”.

Si los fondos fueran suficientes, ¿que haría Murcia para ampliar el programa de promotores en NSM?

“Es necesario llegar a más personas de diferentes comunidades”, dijo. “Lo más importante es que necesitamos [promotores] que hablen su propio idioma para que las comunidades entiendan la información que están recibiendo”.

Roedy Wibisono, un promotor indonesio desde hace cinco años, está de acuerdo con Murcia. Le dijo a Generocity que si hubiera más fondos, le gustaría extender el programa de promotores para involucrar a la mayor cantidad de personas posible.

Roedy Wibisono.

Cuando comenzó como promotor trabajó para obtener licencias de conducir para inmigrantes. Viajaba a Harrisburg y se reunió con congresistas de ambos partidos políticos.

Wibisono estaba familiarizado con el modelo de promotora antes de formar parte del programa de NSM, porque fue un activista estudiantil en Indonesia desde 1996 hasta 1998, cuando estaba en la universidad. “El empoderamiento y la defensa de los marginados fueron mis actividades”, dijo.

Dijo que ser un promotor tenía beneficios, incluido el acceso a la ayuda, ya que muchos miembros de la comunidad indonesia no son elegibles para recibir asistencia del gobierno.

Después del cierre de negocios, muchos de ellos perdieron su fuente de ingresos.

Wibisono trabaja unas 10 horas a la semana por teléfono, a veces más, en su papel de promotor. Llama a la gente por la mañana, y algunos piden que vuelva a llamar alrededor de las 7 u 8 de la tarde. Trata de llamarlos en el mejor momento para poder tener una conversación sustantiva.

A través de sus llamadas, trata de descubrir la condición en que se encuentran las personas: “cómo les está yendo con su salud, sus alimentos, suministros, trabajos. La mayoría de la gente perdió empleos y muchos de ellos tienen hijos ”, dijo.

Antes de comenzar a hacer estas llamadas, NSM le ofreció a él y a los otros promotores una sesión de capacitación virtual centrada en cómo acercarse a las personas y hacer preguntas para evaluar sus necesidades.

Al igual que Murcia, Wibisono vio que muchos miembros de la comunidad no eran expertos en tecnología, pero participaban de todos modos, y durante la reunión de mayo con Gym, habló sobre la compra de alimentos para los necesitados en la comunidad indonesia. La Iglesia de Santo Tomás de Aquino está ayudando a la comunidad con donaciones de comida, y algunos miembros indonesios están proporcionando fondos para comprar alimentos culturalmente apropiados.

Wibisono dijo que él cree que los promotores han tenido el mayor impacto en sus comunidades al informarles sobre sus derechos, especialmente los derechos de los trabajadores.

Un modelo portátil

Pedemonti dijo que no hay diferencia en la forma en que las comunidades latinas e indonesias reaccionaron inicialmente al modelo de promotora, ya que el trabajo se basa en las relaciones dentro de esas comunidades en sí. Primero se ocupan en escuchar a la comunidad, luego, en consecuencia, organizan y adaptan su plan alcance.

El modelo, agregó, sería replicable en otras comunidades de inmigrantes no latinos.

“Estamos forjando relaciones y mostrándole a los miembros de la comunidad que no están solos”, dijo Pedemonti. “Esto es lo que siempre hacemos. Es parte del desarrollo del poder en las comunidades “.

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‘Will the promotora model survive — or thrive — during the COVID-19 pandemic?’

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